PROVERBIOS  21





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ENTENDIENDO  PROVERBIOS 21

La tarjeta se encuentra basada en un lenguaje sencillo
de la Biblia NVI.
La explicacion se basa en la Biblia Reina Valera 1960



 

Proverbios 21

1 Como los repartimientos de las aguas,
Así está el corazón del rey en la mano de Jehová;
A todo lo que quiere lo inclina.

2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los corazones.

3 Hacer justicia y juicio es a Jehová
Más agradable que sacrificio.

4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón,
Y pensamiento de impíos, son pecado.

5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia;
Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

6 Amontonar tesoros con lengua mentirosa
Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.

7 La rapiña de los impíos los destruirá,
Por cuanto no quisieron hacer juicio.

8 El camino del hombre perverso es torcido y extraño;
Mas los hechos del limpio son rectos.

9 Mejor es vivir en un rincón del terrado
Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

10 El alma del impío desea el mal;
Su prójimo no halla favor en sus ojos.

11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio;
Y cuando se le amonesta al sabio, aprende ciencia.

12 Considera el justo la casa del impío,
Cómo los impíos son trastornados por el mal.

13 El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará, y no será oído.

14 La dádiva en secreto calma el furor,
Y el don en el seno, la fuerte ira.

15 Alegría es para el justo el hacer juicio;
Mas destrucción a los que hacen iniquidad.

16 El hombre que se aparta del camino de la sabiduría
Vendrá a parar en la compañía de los muertos.

17 Hombre necesitado será el que ama el deleite,
Y el que ama el vino y los ung:uentos no se enriquecerá.

18 Rescate del justo es el impío,
Y por los rectos, el prevaricador.

19 Mejor es morar en tierra desierta
Que con la mujer rencillosa e iracunda.

20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio;
Mas el hombre insensato todo lo disipa.

21 El que sigue la justicia y la misericordia
Hallará la vida, la justicia y la honra.

22 Tomó el sabio la ciudad de los fuertes,
Y derribó la fuerza en que ella confiaba.

23 El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.

24 Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso
Que obra en la insolencia de su presunción.

25 El deseo del perezoso le mata,
Porque sus manos no quieren trabajar.

26 Hay quien todo el día codicia;
Pero el justo da, y no detiene su mano.

27 El sacrificio de los impíos es abominación;
!!Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

28 El testigo mentiroso perecerá;
Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.

29 El hombre impío endurece su rostro;
Mas el recto ordena sus caminos.

30 No hay sabiduría, ni inteligencia,
Ni consejo, contra Jehová.

31 El caballo se alista para el día de la batalla;
Mas Jehová es el que da la victoria..



                                  (Biblia Reina Valera 1960)


 



Comentario al Proverbio  21

Tomado de "Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia."
Libros poéticos -Proverbios Tomo-2. Editorial CLIE.

 

Versículo 1

El corazón de cada hombre (aquí se especifica al rey) está en las manos de Dios, y tiene el poder de cambiarlo de lo que parecía cosa fija en él a lo más inesperado de tal persona (V. el comentario a Est. 6:1). Los repartimientos de las aguas (hebreo, palguey mayim), según explica maravillosamente Bullinger, se refiere al modo de regar los campos por medio de canales que el labrador aprovechaba para hacer llegar el agua a los distintos surcos del terreno por medio de un fácil movimiento del pie, con el que, al cerrar el paso hacia un surco, hacía que el agua penetrase en otro que el pie había tenido cerrado hasta entonces. Bullinger lo aplica al caso extraño del insomnio de Asuero, insomnio que facilitó la promoción de Mardoqueo y, después, la caída de Amán. Así, de la misma manera que, sin alterar la cantidad ni la calidad del agua, el agricultor la dirige con el pie a un surco o a otro, así también, sin forzar la libertad que él mismo otorgó al hombre, Dios puede moverle a seguir un curso distinto del anterior, y servir así a los soberanos y amorosos propósitos de su providencia y de su gracia.

Versículo 2

Este versículo es idéntico a 16:2, con dos pequeñas variantes: 1. Allí dice 'espíritus'; aquí dice ‘corazones'; 2. Allí dice 'limpio'; aquí dice `recto' Son, con todo, sinónimos.

Versículo 3

Este versículo repite el pensamiento del v. 27 y 15:8, y que se halla ya en 1 S. 15:22 y, con frecuencia, en Salmos y en los profetas. Se engañan quienes piensan que, si ofrecen sacrificios, ya por eso tienen aceptación con Dios, sea cual sea su conducta.

Vivir una vida de justicia, sobriedad, piedad y obediencia es más aceptable a Dios que la más pomposa devoción. Los sacrificios eran de institución divina y eran aceptables a Dios con tal que se ofreciesen con fe y arrepentimiento; de lo contrario, no (V. Is. 1:11, etc.). Pero aun entonces, los deberes morales tenían prioridad sobre ellos.

Versículo 4

«Altivez de mirada y anchura de corazón (no `soberbia', sino 'codicia; la lámpara de los impíos es pecado». Esta 2á. parte del versículo es muy oscura.

La gran mayoría de las versiones traducen nir por 'lámpara' ; querría decir entonces que la conciencia (la luz del hombre) del malvado está orientada siempre hacia el pecado, es decir, cauterizada (comp. con 1 Ti. 4:2). M. Henry, siguiendo la A. V. (también Cohen), traduce nir por 'labranza' y dice: 'El que se comporta altiva y burlonamente con Dios y con los hombres y que está siempre labrando y tramando algún mal, es de veras un malvado'. Cohen amplía esta idea del modo siguiente: 'El labrador ara su campo en preparación para recoger una cosecha. De modo similar, el orgullo y la ambición conducen metafóricamente a la labranza del terreno para los malvados, para sus maquinaciones, cuyo objetivo es pecaminoso'.

Versículo 5

Si queremos vivir en abundancia y comodidad, hemos de ser diligentes en nuestros asuntos y negocios y no evadirnos del esfuerzo y de la fatiga y aflicción que comportan.

Los que son precipitados en sus asuntos o quieren hacerse ricos muy deprisa (comp. 13:11; 28:20) suelen acabar en desastre. La vía rápida hacia la pobreza es la prisa en enriquecerse por medios ilícitos.

Versículo 6

Empalmando quizá con el v. anterior, se nos muestra aquí que el enriquecerse deprisa por medios deshonestos puede conducir a amontonar riquezas, pero-no conduce a la satisfacción que de ellas se espera; son como un vapor (lit.) llevado de una parte a otra: vaciedad y persecución del viento (Ec. 1:14, etc.). Estos impíos se exponen a la envidia y mala voluntad de los hombres y a la ira de Dios.

Versículo 7

Los que recurren a la violencia para enriquecerse quedarán como arrastrados (el mismo verbo de Hab. 1:15) en la red de sus planes malvados que ellos idearon para cazar a otros.

Versículo 8

El hombre inclinado al engaño obra de forma tortuosa y extraña (quizá, mejor, criminal, según probable versión del hebreo vazar); en todo caso, bien se puede llamar extraño su camino, pues es contrario a todas las normas de honor y equidad; es también extraño, pues no se sabe lo que va a hacer en la próxima ocasión. En cambio, las obras del justo, del limpio, son rectas; no son extrañas, sino 'normales' (de acuerdo con la norma); son aceptadas por Dios y aprobadas por los hombres buenos.

Versículo 9

Este versículo, repetido en 25:24, contiene una idea similar a la del v. 19, así como a la de 19:13; 27:15. La enseñanza es clara: Mejor es vivir solo y dormir en un rincón de la azotea que con mujer de contiendas y casa de compañía (Lit.); como dice el refrán: 'Mejor solo que mal acompañado'.

Versículo 10

El malvado desea que se haga el mal y que él mismo tenga parte en él. Su prójimo, vecino o pariente, no puede obtener de él ningún favor, porque el malvado es profundamente egocéntrico.

Versículo 11

La enseñanza de este versículo viene a ser idéntica a la de 19:25. El simple escarmienta en cabeza ajena y se hace prudente; el sabio, al ser amonestado, recibe mayor conocimiento.

Versículo 12

El justo (con la mayor probabilidad, el juez o el magistrado) que tiene consideración con el malvado, por compasión a su esposa y a sus hijos, y no ejecuta en él la necesaria justicia, lo precipita a la ruina, puesto que el malvado se aprovecha malamente de la lenidad que se tiene con él y se anima a cometer más y mayores males. Esta interpretación rabínica del proverbio tiene ventajas sobre cualquier otra.

Versículo 13

El hombre sin compasión, que cierra su oído al clamor del pobre y no le socorre, clamará también un día a Dios, pero Dios no le oirá, sino que le pagará con la misma moneda, pues el juicio será sin misericordia para aquel que no haga misericordia (Stg. 2:13).

Versículo 14

Un buen presente (no precisamente para sobornar), bien presentado, aplaca furores y consigue favores (comp. con 17:8).

Versículo 15

Es un placer para los buenos ver que se hace justicia y practicarla ellos mismos. En cambio, para los malvados es motivo de espanto ver que las leyes se ponen en práctica para ejecutar juicio y justicia contra ellos.

Versículo 16

El pecador vaga incesantemente al extraviarse del camino de la prudencia. El camino de la piedad es camino de prudencia; no hay extravío para los que andan en él.

Los que no son piadosos no son, en realidad, inteligentes, sino que se extravían coma ovejas perdidas (comp. Sal. 119:176). Según Cohen, la 2a. parte del v. no se ha de entender como si se tratase de una muerte prematura, sino de que el imprudente que vaga constantemente, sólo hallará descanso cuando se muera.

Versículo 17

El que vive como un epicúreo morirá como un mendigo. Dios permite el uso moderado de todo lo bueno que él ha creado, hasta el vino que alegra el corazón y el aceite que hace brillar el rostro, pero el que abusa de esos dones, pensando solamente en regalar el gusto y adornar la figura, se empobrecerá, pues esos artículos son muy caros.

Versículo 18

La enseñanza de este proverbio es expuesta concisamente por Ryrie: «El impío, más bien que el justo, sufrirá en última instancia el castigo» (comp. con 11:8). Por supuesto, la ideología es típicamente la del A. T. 'antes de la división del reino', como dice J.J. Serrano. No siempre paga el malvado por lo que se merece, mientras no se presente ante el `gran trono blanco' (Ap. 20:11 y ss.).

Versículo 19

Se repite, con ligeras variantes, la idea del v. 9, así como de 19:13; 25:24 y 27:15.

Versículo 20

Los prudentes saben administrar sus bienes e incrementarlos de modo honesto, pues su prudencia les enseña a establecer la debida proporción entre los gastos y los ingresos y a tener en reserva artículos de primera necesidad que en algún momento pueden escasear. Se menciona específicamente el aceite, por ser algo, no sólo muy útil, sino también símbolo de toda clase de comodidades, en las que abundaba Canaán.

Versículo 21

El que sigue la justicia y la misericordia (comp. 15:9; Miq. 6:8; Mt. 5:6), hallará vida (prolongación de días, como en otros lugares), justicia (lit.), no en el sentido de la primera parte, sino del Sal. 24:5, donde, por paralelismo, es sinónimo de `bendición', y también hallará gloria, es decir, honor.

Versículo 22

Ésta es una. ilustración práctica de nuestro adagio español: 'Más vale maña que fuerza' (comp. con 25:5 y ss.; Ec. 9:14 y ss.). Una estratagema, bien preparada y llevada a cabo, puede, como el mejor caballo de Troya, tomar fácilmente por asalto la plaza mejor guarnecida. Del mismo modo, un sabio gobernante puede ganarse el afecto de los súbditos por medio del poder de la razón, y eso es una conquista más noble que la que se lleva a cabo por la fuerza de las armas.

Versículo 23

Se repite aquí una enseñanza bien conocida (comp. Sal. 141:3; Stg. 3:2 y multitud de otros lugares en Proverbios). El freno en la boca supone sabiduría en el corazón. Guarda tu corazón, y el corazón guardará de pecado la lengua; guarda la lengua, y ella guardará de aflicciones al corazón.

Versículo 24

Características del escarnecedor son la soberbia y la presunción. Se muestran en su desprecio a todas las leyes, divinas y humanas. El vocablo hebreo para 'presuntuoso' ocurre únicamente aquí y en Hab. 2:5.

Versículos 25-26

Los haraganes están tan equipados para el trabajo como los demás hombres, pero, al negarse a trabajar, se hacen enemigos de sí mismos, pues su pereza les lleva a pasar hambre y pobreza. Y aunque sus manos rehúsan trabajar, su corazón no cesa de codiciar riquezas, placeres, honores, etc. Esperan que todos trabajen para ellos. Muchos que desean dinero suficiente para gastarlo en vicios, pero odian el trabajo que se requiere para obtenerlo honestamente, se hacen bandidos y, prefiriendo el ocio al trabajo, caen en manos de la justicia y pagan muy cara su pereza. En cambio, las personas laboriosas pueden ver satisfechos sus legítimos deseos, además de la satisfacción de hacer bien a otros, pues siempre están dispuestos a dar, mientras que los perezosos sólo están dispuestos a recibir.

Versículo 27

La primera parte es similar a la de 15:8, donde se añade á Yahweh'. Los sacrificios eran de institución divina, lo repetimos, y cuando se ofrecían con las disposiciones interiores debidas, eran agradables a Dios. Pero le eran abominación cuando eran ofrecidos por malvados, que no reformaban su conducta impía. Si esto ya era abominación, ¡cuánto más ofreciéndolo con mala intención! Esta mala intención podría ser la de seguir adelante con sus malvados planes, usando el sacrificio para impresionar a otros con su falsa devoción y ganándose así su confianza para más fácilmente practicar el engaño y el fraude (comp. Is. 66:3-5).

Versículo 28

Una persona puede decir una mentira en un momento de apuro o perplejidad, pero el que da falso testimonio lo hace con toda deliberación y solemnidad, siendo así un pecado de presunción. La venganza que imprecó sobre sí mismo al jurar en falso, caerá sobre él. En cambio, el que escucha, es decir, obedece al comunicar fielmente a los jueces lo que conoce de los hechos, hablará para victoria, o hablará para siempre (se puede traducir literalmente de las dos maneras), es decir (con la mayor probabilidad), vivirá para seguir diciendo la verdad, mientras que el testigo falso perecerá.

Versículo 29

El impío endurece su rostro, es decir, es un desvergonzado, no se ruboriza por los pecados y crímenes que comete y, de este modo, muestra al exterior su temple de desafío a la ley de Dios y su determinación a seguir sus tortuosos caminos, como se ve por el contraste que el proverbio establece entre el malvado y el recto, el cual ordena sus caminos, pues sabe discernir entre el mal y el bien.

Versículos 30-31

Nadie puede tener éxito enfrentándose con Dios (comp. 1 Co. 10:22). Aunque los hombres piensen que tienen de su parte la prudencia de los políticos, la ciencia de los sabios y la fuerza y estrategia de los militares, nada de eso puede prevalecer contra Dios. Sólo con Dios se puede prevalecer y tener éxito. Es cierto que ni siquiera la obra de Dios se puede llevar a cabo sin instrumentos humanos ni recursos de toda clase, pues el caballo se apareja para el día de la victoria, y también los pies de la infantería, mas Yahweh es el que da la victoria (comp., por una parte, Sal. 20:7; 33:17; 76:6; por otra, 1 S. 17:47)


Fuente: adorador.com

 



 

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