LA SED
INSACIABLE
Decir adiós...
La vida es eso.
Y yo te digo
adiós, y sigo...
Volver a amar es
el castigo
de los que
amaron con
exceso.
Amar y amar toda
la vida,
y arder en esa
llama.
Y no saber por
qué se ama...
Y no saber por
qué se olvida...
Coger las rosas
una a una,
beber un vino y
otro vino,
y andar y andar
por un camino
que no conduce a
parte alguna.
Buscar la luz
que se eterniza,
la clara lumbre
duradera,
y al fin saber
que en una
hoguera
lo que más dura
es la ceniza.
Sentir más sed
en cada fuente
y ver más sombra
en cada abismo,
en este amor que
es siempre el
mismo,
pero que siempre
es diferente.
Porque en sordo
desacuerdo
de lo soñado y
lo vivido,
siempre, del
fondo del olvido,
nace la muerte
de un recuerdo.
Y en esta
angustia que no
cesa,
que toca el alma
y no la toca,
besar la sombra
de otra boca
en cada boca que
se besa...
Autor: José
Ángel Buesa
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